12.1.17

En el Día del Pastelero (y del Maestro Pizzero también)

Hola a todos!!!
Hoy es un día de esos que te da felicidad hacer lo que te gusta: El Día del Pastelero y del Maestro Pizzero.
Y yo...un poco disfrutando este descanso merecido,después de un año increíble y movilizador,
Y otro poco pensando en las cosas que quiero hacer en este 2017 que tiene sabor a EL AÑO.
Pero no podía dejar de escribir en un día como hoy y lo mejor que se me ocurrió mostrar, son mis manos que trabajan. Que trabajan en lo que me gusta y festejar de esta manera uno de mis días favoritos del año.
Y en cada proceso, mientras esas manos trabajan junto a los demás sentidos,se disparan dos palabras que motivan esta pasión pastelera: SOÑAR Y TRASCENDER.
SOÑAR es poner el motor en movimiento y pensar así que esos sueños serán posibles.
TRASCENDER es lo que me moviliza a querer dejar un legado.Porque lo que importa no es lo que tenemos,ni las cosas materiales que NO nos llevamos. Trascender tiene que ver con dejar lo mejor que pudimos ser como personas, Lo mejor que podemos dejar en cada acto que emprendemos.
Y aventurarnos a hacer lo que nos gusta con un ingrediente insustituible: EL AMOR. Amor en todo. Siempre.
Plasmar en lo físico y en lo espiritual lo que en su inicio son solo ideas. Ensayar,equivocarnos, explorar , volver una y otra vez.
Disfrutar de los procesos porque en eso hay infinidad de magia.
¿ Por qué mostrar estos procesos y las manos que trabajan?
Porque las veo como una prolongación de mi corazón al momento de cocinar.
El acto de hacer pastelería es ,quizás,el que más humana me muestra. Sin filtros. Genuina y espontánea.
Siempre cocino para alguien y es ahí donde se produce la magia. Porque en ese acto llego un poco a la orilla del otro. Es un camino que me conecta con esa persona , con sus gustos, con lo que quiere llevarse para satisfacer a otros y a sí mismo. Es un mimo.
No hay demasiadas palabras, son actos seguidos uno tras otro en una elaboración siempre cuidadosa,
Cuidadosa por la calidad de lo que quiero que el otro reciba y porque hay una expectativa puesta en eso que vino a buscar. Eso que yo llamo (pero no inventé) ¨Amor comestible¨
Un torta o cualquiera de los productos que hago desde el alma ES amor que se contagia.
En cada elaboración hay mucho de emoción y hay mucha capacitación permanente para estar cada vez mas cerca de lo excelente (Me falta mucho...muchísimo... y me encanta saberlo)
Me nutro de infinidad de colegas, maestros actuales y aquellos que nos dejaron su legado en aquellos libros ya con hojas amarillentas.
Y como en todo: Una primera maestra. MI MAMA que puso al alcance de mis sentidos esos primeros aromas a merengues caseros, a chocolate derretido, a panes trenzados recién horneados.
Los mismos aromas que se sienten en este hogar y que pretendo que mi hijo Alvaro recuerde toda su vida.
Nada se compara con tener esa primera maestra. Esa que ahora disfruta de lo que yo le cocino. Esa que se sentó a disfrutar como loca de la Mesa de Navidad que disfrutamos en familia.
Esa que tiene esta cara feliz al ver a sus tres hijos unidos en este abrazo.
El amor lo es todo.
Cocinar es amor para mi.
Lo disfruto.
Lo comparto.
Lo celebro.
Agradezco tener este talento y pido mucha vida para poder seguir siendo feliz a través de lo que hago.
FELIZ DIA COLEGAS!!
Y GRACIAS a cada uno que me permite llegar con mis Sabores del Alma.
Hasta la próxima, que vendrá con la felicidad de cumplir un nuevo año!
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